Ingredientes Funcionales

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La Vitamina K2 y la Sal Reducida en Sodio son dos ingredientes que han innovado la industria alimentaria debido a su funcionalidad. Ambos contribuyen enormemente en la prevención de determinadas patologías y no afectan al alimento desde el punto de vista sensorial...

Vitamina K2

La Vitamina K es una vitamina liposoluble generalmente reconocida por su rol en la coagulación sanguínea. Esta se desglosa en dos tipos: Vitamina K1 (Fitomenadiona) y Vitamina K2 (Menaquinona-7) que se encuentra en pleno auge tanto en la industria alimentaria como farmacéutica debido a su función en el metabolismo cálcico. Esta se origina mediante una bacteria en el tracto gastrointestinal de los seres humanos y se puede aportar mediante la alimentación con un plato característico de la mesa japonesa, el “natto” que consiste en garbanzos de soja fermentados con  Bacillus Subtilis Natto, una bacteria beneficiosa descubierta en 1906 por el Dr.  Sawamura.

Los productos de origen animal como las carnes, huevos y lácteos poseen Vitamina K2 pero su consumo debe ser en grandes cantidades para cubrir el requerimiento de la vitamina.

Diversos estudios han mostrado los beneficios de la Vitamina K2 en cuanto a la salud ósea ya que por sí sola incrementa la densidad del hueso, si esta se consume junto con Vitamina D3 (Colecalciferol) y Calcio se ha demostrado una actividad nutricional positiva ya que activa la osteocalcina y reduce la resorción del hueso. Debido a ello, este producto es una herramienta esencial para la prevención y el tratamiento de la osteoporosis y recomendado para ser consumido durante el crecimiento y desarrollo de los huesos ya que su ingesta es segura en niños.

Según la OMS la osteoporosis es una enfermedad caracterizada por la pérdida de la densidad mineral del hueso y afecta a 200 millones de personas mundialmente, tanto a hombres como mujeres aunque la probabilidad de sufrir fractura es mayor en el segundo género. Se prevé un aumento significativo en los próximos años.

Otro aspecto interesante de la Vitamina K2, se demostró con el Estudio Rotterdam en el 2004, verificando que la misma reduce un 50% la calcificación arterial, la muerte cardiovascular (necrosis del músculo cardíaco) y la mortalidad en general. En promedio, se reduce un 9% la enfermedad cardiovascular por cada 10 μg de Vitamina K2 ingeridos. (La dosis recomendada es de 45 μg por día)  

En la industria alimentaria, el nutriente en cuestión se puede adicionar a una variedad de productos destacando a los panificados, lácteos, bebidas, cereales, grasas, aceites, productos en polvo, suplementos alimentarios, entre sus más destacadas aplicaciones.

Cabe destacar que posee certificación GRAS (Generally Recognized As Safe) otorgada por la FDA (Food and Drug Administration). 

Sal Reducida en Sodio

Otro producto que ha llamado ampliamente la atención de quienes trabajamos en la industria de alimentos y cuidamos la salud de la población en general es la Sal Reducida en Sodio, cuya reducción de sodio es mayor al 45%. Esta se obtiene mediante cosecha solar y no es modificada químicamente por lo que es un ingrediente puro. Con respecto a las características sensoriales, es de cristal homogéneo y su sabor no difiere del producto original. Puede adicionarse a un sinfín de productos: lácteos, cárnicos y embutidos, panificados, snacks, productos en polvo, entre otros.

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